Cual espejismo, vi en la lluvia el reflejo de
una luz inalcanzable. Un destello vívido, capricho de un manto de mundos
inconexos. Contemplé lo que era visible, mas nunca podría poseer con mis manos.
Y sin embargo ¡cuántas veces te mojaste, habiendo luego el frío calado!
Fue entonces cuando descubrí que un triste
payaso dibujó el arco iris.
Daniel Villanueva
21/04/13
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